Las pruebas de autodiagnóstico, como los test de antígenos adquiridos en farmacias, no servirán, ya que no se realizan en condiciones controladas y, por el momento, se consideran menos fidedignas.
Los certificados deben ser expedidos por las autoridades sanitarias, pero estas no pueden controlar las pruebas realizadas, por ejemplo, en el propio domicilio ni, por lo tanto, tampoco expedir certificados fidedignos al respecto.