Conservación de vacunas: generalidades

La temperatura ideal de conservación de las vacunas debe estar entre +2 °C y +8 °C.

Las vacunas que presentan mayor riesgo de afectación por el efecto de la exposición a la luz son: triple vírica; varicela; gripe; Haemophilus influenzae tipo b; BCG; meningococo C; hepatitis A; polio oral y polio inactivada.

Entre las vacunas termoestables se encuentran: toxoide diftérico; toxoide tetánico; hepatitis B, meningococo C, neumococo conjugada, rabia y VPH (Gardasil 9).

La vacunas que se caracterizan por ser más sensibles al calor son: triple vírica; varicela; gripe y polio oral.

Son Vacunas Sensibles a la congelación: toxoide diftérico; toxoide tetánico; tosferina; polio inactivada; Haemophilus influenzae tipo b; gripe; neumococo; meningococo C; hepatitis A; hepatitis B; tifoidea inactivada; triple vírica (disolvente) y todas las combinaciones de estas vacunas.

Entre las vacunas no sensibles a la congelación podemos encontrar: triple vírica (el liofilizado); rabia; rotavirus (Rotarix), varicela (el liofilizado); BCG; polio oral; fiebre amarilla.

La prueba consiste en agitar enérgicamente el vial de referencia y compararlo con otro no congelado. En el vial sospechoso de congelación aparecen una serie de partículas granulosas o flóculos, el líquido se presenta menos turbio y comienza a depositarse en el fondo, mientras que el vial bien conservado aparece sin gránulos y turbio. Al