Hay varias razones principales:
- El virus de la COVID no se ha ido, y aunque cada vez nos defendemos mejor contra él, hay personas que les cuesta más, y hay que seguir ayudándoles con la vacunación, seguir entrenando sus defensas.
- Además, el virus de la COVID sigue mutando y cada año estamos teniendo una o varias cepas nuevas para las que tenemos que entrenarnos.
- Este virus sigue produciendo complicaciones graves que muchas veces acaban produciendo el ingreso en el hospital de la persona y a veces también incluso la muerte, sobre todo en personas mayores y en personas con enfermedades crónicas, como diabetes, problemas cardiacos o pulmonares, inmunodepresión, etc.
Cada año las vacunas de la gripe y de COVID cambian porque los dos virus cambian y hay que actualizar las defensas de estos pacientes frente a la infección, como medida esencial de prevención para tener menos riesgo de tener problemas serios y de morir.