El cribado es una prueba que consiste en tomar muestras del cuello de útero, para detectar posibles lesiones precancerosas antes de que se desarrolle cáncer.
La prueba clásica que se hace con esas muestras es la citología. Se realiza periódicamente en mujeres a partir de los 25 años de edad. Un resultado anormal en las pruebas de cribado hace que se deba realizar un estudio más detallado para evaluar lesiones del cuello del útero, como la colposcopia y la biopsia del cuello de útero.
Si el cribado es negativo (resultado normal), el riesgo de tener lesiones peligrosas es prácticamente nulo, por lo que puede seguir su cribado rutinario.