Durante la infancia se recomienda que el niño esté en brazos de su madre o sujetado por ella.
En los más pequeños, el amamantamiento simultáneo es muy eficaz, y también la administración previa de sacarosa oral.
También pueden utilizarse parches anestésicos previos a la inoculación.
En cuanto a la técnica de administración resulta menos doloroso el procedimiento de pinchazo e inyección rápidos y sin aspirar previamente, si se han de administrar varias vacunas simultáneamente, la percepción dolorosa parece menor si se dejan las más molestas para el final, como la neumocócica conjugada y la del meningococo B (Bexsero).